Una verdadera vocación

Vocación

Mónica
Desarrolladora senior de .NET en Natixis en el proyecto eTreso.

“La idea de ser capaz de construir, administrar y controlar una máquina para hacer lo que necesitemos fue lo más atractivo para mí”

Cómo empezó todo

Mónica trabaja para ALTEN como desarrolladora senior de .NET, y cuenta con mucha experiencia a sus espaldas. Ha trabajado en diferentes campos de la informática: desarrollo, seguridad, análisis de requisitos… Esta experiencia la ha llevado a ALTEN: “Me ofrece la oportunidad de utilizar mi experiencia en proyectos estimulantes”.

Nos gustaría destacar su carrera como ingeniera y como profesional en ALTEN. Pero lo primero es lo primero: empezó con esta vocación antes de lo imaginado gracias a su padre, quien trabajaba en una empresa de componentes electrónicos. Así creció con esta fascinación por la tecnología. La forma en que ella lo ve es que “tuve contacto con lo electrónico, los circuitos integrados, etc. La idea de ser capaz de construir, manejar y controlar una máquina para hacer aquello que necesitemos fue lo que más me gustó”.

Lo mejor de tener una vocación es cumplir con la voz interior que te guía para estudiar lo que amas, y ella también lo hizo. Mónica vivió su etapa universitaria enfrentándose a “los estereotipos, tanto de chicos como de chicas, de la informática”. Estaba en un curso con más de 100 estudiantes, de los cuales solo nueve eran mujeres, e incluso muchas ellas acabaron cambiándose a otras áreas. Además, reconoce que ella no encajaba con ninguno de esos estereotipos: “no era un chico de IT, y tampoco una chica informática estereotipada, así que me sentí desplazada”. Esto se tradujo en muchas dudas sobre su vocación. Sin embargo, esta primera impresión contrasta con el pensamiento positivo de que “estaba en una muy buena universidad donde había mucha más ayuda mutua y unión que competencia entre los estudiantes”.

La vida le ha llevado a estudiar un máster en ingeniería de sistemas, pero con el objetivo de “ser curiosa y buscar siempre salir de la zona de confort”, también ha publicado varios artículos científicos durante la tesis del máster. Además, durante su carrera obtuvo el certificado de “Desarrollador de Fuerza de Ventas” y un certificado de “Hacker Ético” por el EC Council. Sin duda, ha trabajado duro para conseguir el éxito profesional.

La importancia de tener un buen equipo

Para conocerla mejor, vamos a conocer más sobre el trabajo de Mónica en ALTEN.

Trabaja en un proyecto que tiene un conjunto de aplicaciones y acciones “que permiten a los usuarios hacer un seguimiento de la liquidez actual del banco y calcular la situación y las necesidades futuras de la liquidez”. Para hacer esto, trabaja con un equipo de 8 personas (más los empresarios: usuarios finales de las aplicaciones) divididos entre Oporto y París. La distancia no es un problema, ya que se mitiga utilizando las herramientas online para las comunicaciones, “tenemos reuniones diarias, por lo que hay una sensación de proximidad y buena comunicación”. Su papel como desarrolladora senior de .NET significa que desarrolla e implementa nuevos procesos y características, hace mejoras en los existentes y corrige errores.

Una vez que la conocemos a ella y a su trabajo, es fácil preguntarse qué es lo que más le gusta de su trabajo: “Estar en un ambiente diferente, trabajar con aplicaciones bancarias y aprender nuevas herramientas y conceptos. Todo ello me permite aumentar mi conocimiento”. También reconoce que sus objetivos a corto y medio plazo consisten en ser un gran colaboradora del equipo, ayudando a resolver los problemas mediante soluciones técnicas.

La presencia de las mujeres está aumentando en las áreas de ingeniería

Ser ingeniera ha estado asociado durante muchos años al género masculino. Sin embargo, cada vez más mujeres siguen su vocación y consiguen convertirse en ingenieras. Le hemos preguntado sobre su papel como mujer en un sector de trabajo que en 2017 estaba representado en la UE por un 59% de hombres y un 41% de mujeres (de una población de casi 18 millones de ingenieros y científicos). Cualquiera puede ver el cambio en esta área en países como Portugal (donde el 51% del sector eran mujeres) o Dinamarca (donde poco más del 50% de los ingenieros eran mujeres), donde tienen igualdad en estos trabajos. Es cierto que, como sociedad y, según afirma Mónica, “hemos evolucionado” y hay más mujeres en la mayoría de los trabajos. También es cierto que las nuevas generaciones son más conscientes de la igualdad de género, tanto hombres como mujeres.

Por eso le preguntamos a Mónica qué piensa de su carrera, si se asocia más a los hombres o si realmente cree que hay un cambio en esta tendencia, en sus palabras, “considero que actualmente hay algunas áreas en IT con más mujeres como: QA, UX o ciencia de los datos”. Esto demuestra que las mujeres están empezando a apostar más por las carreras de ingeniería. Sin embargo, eso no implica que el área sea tan moderna como podría esperarse: “a veces al dar una opinión técnica siento que, al principio, una opinión masculina es ‘aceptada’ más rápido que una opinión femenina”. Pero ella sigue trabajando duro para ganar esta aceptación.

A veces es difícil ver el hecho de que hay muchas conversaciones sobre planes de maternidad o la maternidad en sí misma sólo por su papel como mujer. Mónica reconoce que estos temas “sitúan a las mujeres en desventaja cuando compiten por ascensos o aumentos de sueldo con los hombres” y no es fácil. No todo el mundo siente el deseo interno de la maternidad, pero a veces se espera que haya una prioridad por los niños en lugar de por los puestos de trabajo, incluso lo piensan en los departamentos de recursos humanos. Sin embargo, a los ojos de Mónica, ella ha conocido y trabajado con otras mujeres de la industria del desarrollo y “se ha dado cuenta de que somos capaces de superar las dificultades, de ser muy profesionales y competentes y de ser muy respetadas”.

Gracias, Mónica, por contarnos tu historia y animar a las futuras generaciones de mujeres ingenieras a seguir su vocación.